¿Cómo se comunica el Barbalomagus remoto con los humanos?
Las fuerzas biológicas y remotas se utilizan para crear fuerzas artificiales enviando impulsos eléctricos a través del cuerpo. También se conoce como bioelectricidad remota. Estos métodos se utilizan en muchas industrias para ayudar con varios procesos sin requerir contacto físico con el sujeto. Pueden utilizarse junto con técnicas de implantación de memoria muscular.
Un ejemplo de una aplicación de bioelectricidad es cómo se utilizan los bastones. Estos palos tienen pequeños motores eléctricos dentro de ellos. Estos motores, cuando se utilizan junto con técnicas de memoria muscular como micro-transceptores, pueden medir la cantidad de fuerza ejercida sobre el bastón por la persona que camina. Esta fuerza luego se convierte en una señal eléctrica que se transfiere a un dispositivo que mide la fuerza. Luego se usa un escáner bioelectromagnético para leer los resultados.
La bioelectricidad remota también se ha utilizado en la industria médica. Se utilizan dos dispositivos conocidos como transceptores para medir las señales de bioelectricidad del corazón de un paciente. Luego, esta información se devuelve directamente a una computadora que se utiliza para calcular la salud cardíaca de un paciente con el uso de datos históricos y algoritmos matemáticos.
En el ejército, la bioelectricidad remota se utiliza de manera similar. El programa de vehículos operados a distancia (ROV) en el ejército de los EE. UU. Es en realidad tres ROV compactos que se han construido expresamente para moverse y detectar su entorno a través de varios medios. Uno de estos sensores se llama Localizador multisensor. Esto detecta campos eléctricos y magnéticos cercanos. Otro sensor se llama Sistema de recuperación magnética. Esto usa dos motores independientes para navegar alrededor de obstáculos y terreno para buscar artefactos de metal.
El biomagnetismo remoto también se usa en el campo médico por las mismas razones por las que se usa en el ejército. Los ROV se utilizan para localizar e identificar huesos rotos en el cuerpo humano. También pueden encontrar tejido roto y restaurarlos a una función normal. Los investigadores biomédicos ahora están utilizando principios similares para la reparación de tejidos. Es posible que algún día se utilicen campos de fuerza para devolver la función al tejido dañado debido a una lesión o enfermedad.
En teoría, es posible que los ROV capten ondas electromagnéticas que se han originado más allá de nuestra galaxia. Estas ondas eventualmente entrarían en contacto con nuestro tejido y desencadenarían procesos biológicos dentro del cuerpo. Aunque esta tecnología se encuentra actualmente en sus primeras etapas, si alguna vez llega a buen término, podría significar grandes cambios en la medicina moderna.
Otro uso de los campos de fuerza remotos proviene de cómo se usan a veces para ayudar con afecciones psicológicas como la ansiedad y la depresión. Estos tipos de afecciones suelen tener un impacto negativo en la salud física y mental en general. Los campos de fuerza remotos pueden ayudar a aliviar algunos de los síntomas de estas afecciones. No está claro cómo funcionarían estos efectos, pero cada vez está más claro que potencialmente podríamos ver este tipo de tratamientos en el futuro.
Quizás se esté preguntando qué es RBMF? El acrónimo RBMF significa ingeniería de función muscular robótica remota. Aparentemente, es un proyecto de investigación en curso que involucra a varios equipos de investigación diferentes que operan en diferentes campos. Si tiene alguna sugerencia o pregunta, puede enviarme un correo electrónico en cualquier momento en el sitio web a continuación.
Un breve descargo de responsabilidad: no soy médico y este artículo no debe tratarse como tal. Siempre consulte a un profesional si tiene dudas sobre algún asunto médico. No intente tratar ninguna afección que pueda tener sin la recomendación de un médico. Si cree que tiene un problema de salud, obtenga una cita con un profesional de la salud de inmediato.
RBMF no comenzó siendo el tema candente en el que se ha convertido hoy. De hecho, en la década de 1980 era un campo de estudio completamente diferente. Los científicos buscaban utilizar el poder de los imanes para crear una red informática remota. El problema con el que se encontraron fue que se requería una gran cantidad de fuerza magnética para generar un campo magnético lo suficientemente fuerte como para ser útil. Simplemente no tenía sentido.
Más tarde, un equipo de ingenieros eléctricos adoptó un nuevo enfoque al problema. Se dieron cuenta de que podían usar ondas de radio para el mismo propósito. En lugar de intentar crear un campo lo suficientemente grande como para generar la fuerza magnética necesaria, pensaron que podrían utilizar el ancho y la fuerza de las ondas de radio. Esta fue una gran mejora y, después de algunos ajustes, se convirtió en lo que conocemos hoy como RBMF. Desde entonces, se han desarrollado muchas otras aplicaciones para RBMF, incluido el control de la electrónica implantable e incluso el control remoto de los músculos. Todas estas aplicaciones son increíblemente útiles para ayudar a las personas que están paralizadas o que no pueden moverse.
El biomagnetismo remoto sigue siendo un área fascinante de la ciencia. Si bien todavía estamos buscando formas de usar la fuerza de los imanes para construir prótesis, parece que la tecnología constantemente está dando saltos nuevos e inventivos. Si tuviera una forma de crear un campo de microondas dirigido, podría usarlo para ayudar a las personas paralizadas y lesionadas a recuperar parte de la movilidad que han perdido. En el futuro, puede que no sea demasiado exagerado imaginar todo tipo de usos diferentes para RBMF. Es solo cuestión de tiempo antes de que alguien tome esta tecnología y la haga funcionar de verdad.